En toda marmolería, la correcta organización y almacenamiento de los fregaderos y accesorios para cocina y baño es esencial no solo para proteger los productos, sino también para asegurar un trabajo preciso y libre de errores.
Tener un cuarto exclusivo para guardar fregaderos, piletas, griferías y otros accesorios es una práctica fundamental. Estos elementos, que varían en diseño y dimensiones, requieren un espacio propio donde se pueda controlar su estado de conservación. Algunas piletas son pegadas, otras van atornilladas, y las de apoyo tienen requerimientos específicos para la grifería. Cada una de estas opciones necesita de un cálculo exacto del hueco, por lo que no se puede permitir que se dañen o se abollen durante el almacenamiento.
Algunos puntos clave para este cuarto de almacenamiento:
1. Estanterías seguras y organizadas: Para evitar que las piletas y accesorios se amontonen o sufran golpes. Todo debe estar debidamente almacenado y separado para evitar daños.
2. Control de calidad constante: Asignar a una persona responsable que supervise el estado de los accesorios al ser recibidos, para garantizar que no lleguen al cliente en malas condiciones.
3. Área separada: Esta zona debe estar aislada del taller, para mantener un ambiente más controlado, limpio y libre de riesgos.
4. Condiciones de seguridad y orden: Al ser productos delicados, es esencial mantener una estructura que evite roces, golpes o caídas. El lugar debe ser tranquilo y sin tránsito excesivo.
El manejo adecuado de los accesorios no solo ayuda a mantener un ambiente de trabajo organizado, sino que también refleja la calidad del servicio hacia el cliente. Un fregadero o pieza dañada puede generar re-trabajo y demoras en la entrega, lo cual afecta la reputación del taller. Tener un espacio dedicado a estos elementos contribuye a la eficiencia y la calidad final de los proyectos.